Hegemonia Conservadora (1886-1930)

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Los conservadores siguen en el Poder

La constitución de 1886

María Cano


María de los Ángeles Cano Márquez, nacida en Medellín en 1887 y muerta en 1967, creció en una familia de intelectuales emparentada con notables protagonistas del periodismo colombiano. Sus padres eran liberales radicales y combatientes contra cualquier tipo de discriminación. Amante de la Literatura, María escribió poesía erótica, algo insólito para la época en su condición de mujer. También publicó diversos escritos en periódicos y revistas e impulsó concursos de Literatura y poesía hecha por mujeres. Empeñada en llevar la lectura a los obreros, instó a las librerías de la ciudad a donar libros y con ellos organizó, en compañía de otros dirigentes de la sociedad medellinense, la Biblioteca Nacional. Era tal su pasión por difundir la lectura que se ofrecía a leer a aquellos que no sabían hacerlo; se recuerda su invitación “a que gustéis conmigo el placer exquisito de leer” aparecida en El Correo Liberal del 5 de mayo de 1924.
María Cano
Fue una mujer independiente, contestataria frente a las imposiciones aplicadas a las mujeres de su tiempo y aguerrida luchadora por los derechos de la mujer. Pero definitivamente, su accionar más importante se desarrolló en el campo político, luchando en pro de mejores condiciones laborales para los trabajadores, en una época en que el liberalismo salvaje comenzaba a instalarse en estos países. La implantación de jornadas laborales de 8 horas frente a las 12 y 16 horas que regían, la seguridad social hasta entonces inexistente, mejores condiciones en los talleres de trabajo, fueron sólo algunas de sus banderas. Fue además fundadora en 1926, junto a otros líderes obreros como su primo Tomás Uribe Márquez e Ignacio Torres, del Partido Socialista Revolucionario.
La figura de María Cano fue borrada de la historia del país, situación que incluyó hasta casi hacer desaparecer su tumba. Se le aisló social y políticamente y se dice que su reclusión en un “manicomio” fue un acto para castigar su rebeldía. La campaña de difamación propagada por los sectores reaccionarios del país y por el propio gobierno llegó a difundir especies como que María Cano envenenaba el agua de las fuentes de Medellín. Las madres reprendían a sus hijas y las alertaban de no convertirse en “maríacanos”, término acuñado por la época para designar cualquier actitud de rebeldía de las infantes. También relató que producto de sus luchas, fue el primer Contrato Laboral que se firmó en el país, suscrito entre la compañía minera Frontino Gold Mines y sus trabajadores. En 1928, bajo el gobierno del conservador Miguel Abadía Méndez fue enviada a la cárcel junto con muchos de sus compañeros de partido, a raíz de su airada protesta por la masacre de las bananeras.
Ella fue una mujer pionera en las luchas sociales y por los derechos de la mujer, sin que se le pueda calificar de feminista, pues sus luchas se encaminaban más bien hacia las libertades y los derechos individuales de trabajadores, hombres y mujeres. Su lucha incluyó los derechos indígenas y es así como la vemos participando en el movimiento que surgió a nivel de los sectores trabajadores y del partido socialista, por la libertad del líder indígena Manuel Quintín Lame, preso por entonces a raíz de sus reclamaciones por la restitución de tierras a los indígenas.